mayo 18, 2010

La identidad entrerriana sobre rieles.

Operarios de la Uefer dan los últimos retoques al tren cultural itinerante, un simbólico proyecto que acercará a cada pueblo de la provincia donde lleguen las vías del ferrocarril, una síntesis de la entrerrianía.

El proyecto “Tren Cultural, Identidad en Movimiento” forma parte de una serie de actividades desarrolladas en el marco de la quinta etapa del Programa Identidad Entrerriana que, desde 2005, viene concretando en Entre Ríos más de 170 programas en unas 80 localidades, con la participación de casi 2.000 trabajadores de la cultura y con fondos administrados por el Consejo Federal de Inversiones (CFI).

“La idea es que el vagón cultural itinerante se convierta en un generador de actividades artísticas comunitarias en distintos pueblos y un punto de encuentro entre las localidades que vaya recorriendo”, resumió el coordinador del programa, Alfredo Ibarrola, quien agregó que el propósito también es “profundizar, fortalecer y difundir lo realizado en las cuatro etapas anteriores”.


El trabajo, realizado por un equipo de la Unidad Ejecutora Ferroviaria de Entre Ríos (Uefer) y un grupo de diseñadores y artistas plásticos, se realizó en los talleres del Ferrocarril Urquiza, en Paraná.
Así, el vagón albergará una muestra sintética y simbólica de todos los proyectos realizados con espacio para proyección de videos, fotografías, producción artesanal y literaria.

El trabajo 
Estos proyectos culturales se acercarán a distintos puntos de la provincia a través de una formación compuesta por una locomotora y un vagón, cuya restauración y puesta a punto demandó cinco meses de trabajo de un equipo interdisciplinario.

Se trata de un vagón Materfer, de fabricación cordobesa, que data de 1972 y que se utilizaba para correo y encomiendas en el servicio Federico Lacroze (Buenos Aires) y Posadas (Misiones).

Hacía 18 años que está parado en uno de los galpones de la estación de ferrocarril de Paraná. Había dejado de marchar en 1992, tras la privatización y desmantelamiento del servicio que promovió el gobierno de Carlos Menem.

Sergio Portela, empleado de Uefer a cargo de la restauración, señaló a UNO que el coche estaba cuidado aunque tenía faltantes de piezas y herrajes, sobre todo de aluminio y bronce y de los cristales de las ventanillas. Muchas de estas piezas debieron ser reformadas para su sustitución ya que no se fabrican más.

Los trabajos específicos que realizó el equipo integrado por 12 personas en los galpones de la estación, tuvo varias etapas. La primera de éstas duró una semana y fue el arenado del exterior que sirvió para remover la pintura vieja y el óxido.

Luego se organizaron tres frentes de trabajo, uno en el exterior del vagón, otro en el sistema eléctrico y el tercero en el interior.

La obra en el exterior consistió en restaurar la carrocería con parches, recuperación de chapas, arreglo de choques o abolladuras, picaduras y recambio de chapas en algunos casos. Luego se procedió a realizar la impresión con antióxido y después se procedió al masillado, etapa que insumió unos 20 días.

Luego del masillado se realizaron el lijado y los retoques para emparejar la superficie. “ Para esta tarea se utiliza una masilla colorada para hacer las terminaciones y detalles finos, se lija al agua, previo Primer –o primera pintura– que tiene como características que sus componentes fijan y sellan protegiendo la chapa de golpes y humedad”, explicó Portela.

Tras este proceso se realizó la pintura base en la parte posterior del vagón respetando los colores originales de Ferrocarriles Argentinos (FA) (blanco, azul y rojo) y en los laterales se pintó una base de tres colores en ondas esfumadas en azul, naranja y verde manzana, donde se pintaron los diseños que representan la tierra, el cielo y el agua con la flora y la fauna de ambas orillas entrerrianas, la costa del Paraná en un lateral y la del Uruguay, en el otro.

Como parte de la reparación externa se reacondicionó el “bogui” o rodamiento, con engrase, mantenimiento y control de piezas. También se reacondicionaron los paragolpes, enganches, fuelles y sistema de frenos.

Otra de las etapas consistió en reacondicionar el interior del vagón para adaptarlo a la actividad cultural. En ese sentido se colocaron tensores de acero desde el techo al piso para ubicar las muestras pictóricas y fotográficas, se instalaron estantes para conformar una biblioteca y se adecuó un aparte del coche para un microcine o salón de proyecciones donde se colocarán 25 butacas nuevas. En tanto se restauró la parte de los compartimientos para la tripulación consistente en dormitorio, sanitario y cocina, todo ubicado en 25 metros de largo, pro tres de ancho.

La última etapa consistió en reparar el sistema eléctrico. “Se despaneló y retiró el cableado y se cableó a nuevo, se modificaron los circuitos desde el tablero hacia todo el coche con tensión 220 y 24 voltios”, indicó.

La traccióndel vagón será la locomotora 6942, marca General Electric de fabricada en 1958 en EE. UU. “El estado general de la máquina es bueno ya que estaban en funcionamiento y reparadas por la concesionaria América Latina Logística (ALL) por lo que hubo que hacerle sólo mantenimiento”.

El equipo de trabajo

A los empleados de la Uefer se sumó un equipo interdisciplinario a cargo del diseño exterior e interior del vagón integrado por la artesana y diseñadora Alejandra Asensio, la artista plástica Pamela Villarraza, la arquitecta Marcela Acosta y el comunicador Pablo Farneda.

Otros detalles
El equipo técnico trabaja ocho horas diarias de lunes a viernes desde enero.
En un año y medio, el equipo reacondicionó cuatro unidades que ya están prestando servicio, dos turista, un 1º clase y un pullman. 
Fuente: Diario Uno de Entre Rios

1 comentario:

Sergio dijo...

Claro! La cultura viaja sobre RIELES! Y sobre las rutas? La droga, el contrabando y la muerte. Ahora entiendo: la cultura no es negocio. Por eso va a ser muy difícil que vuelvan los trenes. ¡Meta rutas nomás!!!