abril 30, 2012

La estación y su barrio.

“Esta fue una zona de mujeres católicas, con maridos socialistas y radicales, muchos ateos o librepensadores. El ferrocarril estaba poblado de anarquistas, socialistas y radicales”. Así describió un vecino, conocedor y agudo observador, a la zona del ferrocarril en los albores del siglo XX. El mundo del ferrocarril cinceló esa zona de Paraná, como hizo con cada pueblo del interior.


Una estación de trenes es el rostro visible de un universo crecido en torno a unas vías. Viajeros, maletas, cochemotor, boleteros, ventanilla, obreros engrasados y despedidas. Un lugar intensamente humano.
En Paraná, la instalación del ferrocarril comenzó a diseñarse cuando la ciudad recupera la jerarquía de capital de provincia en 1883. Todo era promesa de crecimiento.
Bajo el mandato de Eduardo Racedo, en el mes de julio de 1885 comienzan los trabajos de instalación del ferrocarril, y dos años más tarde, el 16 de mayo de 1887, el tren transportaba los primeros pasajeros, en un tramo que unía Paraná con Nogoyá. Era un día de júbilo, con suficiente motivo para festejar.
La presencia del ferrocarril influyó de tal modo en la economía de la provincia como la estación de trenes lo hizo en su entorno más inmediato. La estación fue la simiente que dio lugar a un barrio de clase media trabajadora, termómetro de los vaivenes políticos y sociales que marcaron la historia moderna argentina. 


Motor urbano
Con el nacimiento de la terminal ferroviaria, el sector sur de la ciudad concentró el interés de los paranaenses y se convirtió en una zona atrayente. Esto queda patentizado el 1 de noviembre de 1888, cuando se inaugura un servicio de trenes de recreo entre la Estación Central y Bajada Grande. Era el paseo obligado de domingos y feriados.
Fue precisamente en ese sitio donde los paranaenses tienen su primer encuentro con el alumbrado a gas. El 25 de mayo de 1890, la estación se vistió de luces: un centenar de faroles en su frente sacó brillo al lugar y terminó consagrándolo como uno de los puntos más visitados por los habitantes de una ciudad que asomaba sorprendida a los adelantos que ofrecía la cercanía del siglo veinte.
El edificio de la estación central era verdaderamente imponente. El 1 de febrero de 1892 la compañía británica que construyó el ferrocarril se hizo cargo del servicio. El Ferro Carril Central Entrerriano, bajo la órbita del Estado provincial, pasa a manos inglesas y se convierte en la compañía Entre Ríos Railways.
Con el inicio del siglo veinte, los ingleses deciden realzar el edificio del ferrocarril y disponen cambios notables en su arquitectura. 

Carlos Waigandt, ferroviario jubilado que dedicó varias décadas a rescatar historias y objetos relacionados con el ferrocarril entrerriano, posee un escrito en el que se describe con detalles cómo era la vieja estación de trenes.
“El edificio consiste en un cuerpo central de dos pisos con dos torres o miradores y dos alas laterales de un solo piso, todo con techo de azotea”, dice el inventario fechado en 1891.
Waigandt pudo determinar que los miradores fueron demolidos pero que el resto del edificio aún se mantiene intacto por dentro, con sus líneas originales. Los ingleses levantaron un nuevo frente que no reemplaza al viejo, sino que lo envuelve. La nueva cara de la estación sumaba detalles más finos, a tono con la arquitectura señorial inglesa que mantiene hasta nuestros días.
En 1901, la comunidad británica donó a la Municipalidad la fuente emplazada frente a la estación, sobre el bulevar Racedo. El farol original de la fuente era una reproducción de la corona de la Reina Victoria de Inglaterra. Ese detalle se perdió en la oscuridad de una noche, y el lugar fue ocupado por un farol de líneas cuadradas que es el que se puede ver actualmente. 


Perfil colectivo
Cincelado por los avatares políticos, el barrio también sufrió sus mutaciones. “Esta fue una zona de mujeres católicas, con maridos socialistas y radicales, muchos ateos o librepensadores. El ferrocarril estaba poblado de anarquistas, socialistas y radicales. Conservadores no había ninguno más que algún personal jerarquizado. Todos los socialistas se hicieron peronistas, igual que la mayoría de los comunistas o anarquistas”, cuenta el ex senador nacional y dirigente radical Luis Brasesco, tercera generación de vecinos que habitan el barrio desde 1895.
El ferrocarril fue un gran aglutinador de gente, generador de una comunidad cosmopolita que albergó a italianos, españoles, árabes, judíos, ingleses. En sus manzanas convivieron diversos cultos: musulmanes, israelitas, católicos, protestantes, de cuyos templos todavía existen algunos en esa zona. 

En un terreno lindante al ferrocarril, sobre calle Pronunciamiento, los ingleses jugaron al fútbol y lo hicieron conocido en Paraná. De los picados entre gringos y criollos nació la semilla que dio origen al Club Talleres, que terminó por instalarse a lo grande en los galpones de la terminal de tranvías, en la actual esquina de Feliciano e Yrigoyen.
El mercado Sud, la cervecería Quilmes, la Plaza Sáenz Peña como punto de encuentro, el Hospital de Caridad, los cuarteles, los prostíbulos de la zona sur, sumaron vida, a lo largo del siglo veinte, a este lugar atravesado por el ruido de locomotoras.
El 31 de diciembre de 1992, el pito de la estación sonó más triste que nunca. El jefe de estación de turno, Antonino Gutiérrez, hacía algo más que cumplir con los trámites de rutina: despedía a los pasajeros y consolaba a las personas ahogadas por una nostalgia prematura. Ese día, a las tres y cuarto de la tarde, el tren de pasajeros salió por última vez. Era el comienzo de una amarga agonía para el barrio de los obreros.

Jorge Riani


abril 25, 2012

El Vagón Cultural estará este fin de semana en Carbó.

El antiguo furgón postal adaptado para transportar una muestra cultural itinerante, se instalará del viernes al domingo en la localidad de Enrique Carbó, departamento Gualeguaychú. Durante tres días habrá actividades para chicos y grandes con entrada libre y gratuita. Se programó un taller de capacitación en arcillas regionales, visitas de contingentes escolares, espectáculos artísticos y recreación al costado del andén.


El viernes será destinado a la visita de contingentes escolares de la zona, de 8 a 12 y de 14 a 17.30, en tanto ese mismo día dará comienzo a las 16, un taller de capacitación en cerámica regional dirigido por la artesana concordiense Alejandra Franco. En esta jornada realizará una visita a la estación de Carbó, el subsecretario de Cultura de la provincia, Roberto Romani.

El sábado continuará el taller de 9 a 11 y de 16 en adelante, con la característica saliente de que se procederá al armado de un horno para la cocción de las piezas realizadas. El Vagón Cultural estará abierto a todo público de 16 a 20, mientras que a partir de las 18.30 los vecinos de la localidad podrán disfrutar de música, canto y danza.

Los espectáculos contarán con la participación de artistas de la región como Claudia Figueroa, de Larroque, artistas locales como Ismael Arnal, Andrea González, Rubén Velásquez, Daniel Gianello y Jorge Martínez. Asimismo mostrarán su arte integrantes del Ballet Amanecer Gualeyo.

Para cerrar la estadía, el domingo la maquinaria rodante tendrá sus puertas abiertas de 15 a 18, y desde las 15 la propuesta se centra en los niños, ya que habrá juegos y recreación para ellos de la mano del grupo de animación paranaense La Cacerola. Cabe remarcar que todas las actividades son con entrada libre y gratuita.

El arribo del Vagón Cultural a la localidad de Carbó se da en el marco del recorrido itinerante por la provincia que lleva adelante el Programa Identidad Entrerriana, que surge del convenio oportunamente celebrado entre el gobierno de Entre Ríos, a través del Ministerio de Cultura y Comunicación, y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), y tiene el apoyo de la Unidad Ejecutora Ferroviaria de Entre Ríos (Uefer).

abril 24, 2012

Se incorpora un nuevo coche Materfer al servicio ferroviario entrerriano.

En el marco de la reactivación ferroviaria que lleva adelante el gobierno entrerriano, llegará esta semana desde Córdoba la cuarta unidad Materfer, de alta tecnología y equipada con 120 asientos, que envía la Nación. Por otro lado, Entre Ríos ya incorporó ocho de las 10 unidades adquiridas a Tecnotren que brindan servicios interurbanos de corta distancia. Son cinco las líneas que funcionan actualmente en la provincia.


El encargado de operaciones de la Unidad Ejecutora Ferroviaria de Entre Ríos (Uefer), Sergio Portela, precisó que “entre el miércoles y el jueves llagará la cuarta unidad Materfer que comprometió el gobierno nacional para acompañar la reactivación ferroviaria entrerriana”.

“Esto es un logro para la provincia, una mayor confiabilidad para el servicio, nos reforzamos en materia de equipamiento. Es muy positivo”, subrayó.

En cuanto al operativo para el traslado de la unidad desde Córdoba, Portela indicó que “este martes están terminado de cargar el coche a los camiones y partirán cuando a la carga le den la autorización para salir a la ruta”.

Precisó que la unidad es de alta tecnología, “lo más avanzado que hay en el país, con 120 asientos y aire acondicionado. Las otras unidades están prestando servicio en la línea Paraná-Concepción del Uruguay y Basavilbaso-Concordia-Villaguay”, señaló y apuntó que la nueva unidad aún no está destinada a un servicio específico.

Por otro lado, comentó que de la provincia ya cuenta con ocho de las 10 unidades licitadas y adquiridas por la provincia a la empresa Tecnotren. Las dos restantes se entregarán próximamente. Este brinda servicio interurbano de corta distancia y se compone de un coche motor con tracción en las cuatro ruedas, con dos frentes acoplados de acceso y conducción con capacidad para 150 personas.

Servicios y costos
El encargado recordó que en total hay cinco líneas en la provincia administrados por la Unidad Ejecutora Ferroviaria que se prestan con los dos tipos de unidades.

Los servicios son: de lunes a viernes desde Basavilbaso a Villaguay, saliendo a las 7 y llegando a las 9; y los lunes y los viernes se extiende hasta Concordia, ida y vuelta.
El costo es de 4 pesos hasta Concordia y de 2 pesos hasta Villaguay. Desde Basavilbaso sale a las 7, a las 9 llega a Villaguay y entre las 12 y 12.30 a Concordia. De ahí vuelve.

Luego está la frecuencia Paraná a Concepción del Uruguay ida y vuelta, sale los viernes a las 13 y vuelve los domingos a la misma hora desde Uruguay. El precio es un peso por estación, el recorrido completo es de 24 estaciones.

Agregó que el servicio Paraná-Colonia Avellaneda tiene cinco frecuencias de lunes a viernes, con salidas desde Paraná a la 5, 6.20, 10, 13.30 y 18. Este servicio gratuito llega a Colonia Avellaneda y vuelve. La duración del recorrido es de aproximadamente 40 minutos.

En tanto, el servicio Paraná-Oro Verde tiene dos frecuencias, a las 8.15 y 17. El costo es un peso de ida y otro peso de vuelta. Llega y vuelve. Aclaró que el de las 8.15 se extiende hasta Villa Fontana.