enero 18, 2012

Dolor tras el fallecimiento de Carlos Waigandt, un memorable hombre del riel.

El ex trabajador ferroviario era oriundo de Villa General Ramírez, Departamento Diamante, Entre Ríos. Falleció el 8 de enero del corriente a la edad de 80 años en Paranà.

Carlos Darío Alcides Waigandt nació el 29 de enero de 1931 en Gral. Ramírez Provincia de Entre Ríos. Ingresó al Ferrocarril Nacional General Urquiza en mayo de 1949 buscando un oficio. Fue entonces que con apenas 18 años comenzó como aprendiz en la sección Herrería y Diésel, donde con el tiempo fue reconocido con el cargo de Mecánico Ajustador. 

Se desempeño como Personal Técnico en el área Mecánica del Departamento en Federico Lacroze (Buenos Aires) hasta 1953, regresando a los Talleres de Paraná como Personal de Dirección. Ejerció la docencia en la Escuela Industrial de la Nación, tanto en aulas como como Maestro y Ayudante de Maestro en Mecánica.

Carlos recibió también el titulo de Instructor de Formación Profesional (CONET) mientras empezaba a guardar documentación histórica que luego atesoró y ofreció a quien llegábamos buscando referencias de los ferrocarriles de Entre Ríos en su casa y pequeño "museo" de la ciudad de Paraná.


Fue colaborador desde 1973 en "El Diario" de Paraná, "Litoral" de Santa Fe, "El Heraldo" de Concordia, "Pregón" de su pueblo natal y permanente expositor en colegios, radio y televisión.
También socio del Ferro Club Argentino y Asociación Amigos del Tranvía en Buenos Aires. Miembro de Número la Junta de Estudios Históricos de Entre Ríos, siendo galardonado con "El Ferroviario de Bronce" en Laguna Paiva, Santa Fe, "Durmientes y Rieles" en Temperley (Buenos Aires) y el "Riel de Bronce" en Basavilbaso (Entre Ríos), pero hay mas distinciones para este hombre estudioso, que sonreía cada vez que la gente le decía historiador, mas bien se sentía un archivista, un protector del patrimonio de los ferrocarriles de la provincia. Daba amparo a variada bibliografía, instrumentos y documentación sobre el comienzo de los ferrocarriles entrerrianos, allá por 1866, o la historia de los Ferry Boat de la zona norte y sur del litoral.

La relación afectiva con Don Carlitos y la ciudad de Basavilbaso surge en el año del centenario de esta ciudad con la ya declarada "Fiesta Provincial Del Riel" en el año 1987. Los diarios del día lunes luego de este evento escribían puntualmente: "La pequeña sosegada y progresiva ciudad de Basavilbaso, vulgarmente denominada Capital De Los Trenes, acaba de celebrar la primer Fiesta del Riel". Era el acontecimiento que se concreta en el año del centenario de esta ciudad, y que luego desarrolla al detalle los actos llevados a cabo durante los días viernes 3 sábado 4 y domingo 5 de abril de 1987, con una programación que abarco actividades culturales y deportivas. 
Como parte de esta actividad histórica cultural en la sede de La Unión Ferroviaria, el trabajador ferroviario presentó un audio visual sobre la historia del ferrocarril en Entre Ríos haciendo referencia a la inauguración del ramal "Paraná-Concepción del Uruguay" hecho que motiva la fundación de Basavilbaso ocho décadas después.

Al término de la presentación del documento el diputado nacional Lorenzo Pepe, ofreció una charla magistral acerca del ferrocarril con posterior debate, seguido con interés por el nutrido auditorio. Así de esta manera, 
Waigandt comenzó a entablar amistad con un grupo de importantes personalidades pueblerinas y trabajadores del riel de las cuatro entidades sindicales, la Comisión del Pro Museo Ferroviario, y la comisión de Cultura Municipal, organizadores de las primeras veladas en la gestión municipal del contador Víctor Fedonczuc y Miguel Ángel Pauwels como titular del consejo deliberante.

Cada 1 de Marzo, Día Nacional Del Ferroviario, esta amistad de acero se fortalecía hasta que en el año 1993 la comisión organizadora presidida por Rubén Barac decide por unanimidad designarlo a recibir el máximo galardón a nivel provincial que otorga la fiesta y que lleva el nombre de “Riel De Bronce” esto por los numerosos calificativos, decía la comisión que conocemos de su persona y por su lucha en pos de conocer y transmitir todo el amplio caudal de un tema que nos identifica.
El refranero popular cita tres enseñanzas al fundamento de la vida: escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo, valla si Don Carlos lo logro y su ultima obra precisamente fue escribir un libro donde entrega con bondad sus conocimientos e investigaciones en beneficio de la gente y los jóvenes estudiantes y como evocación a aquellos visionarios y progresistas dirigentes que trajinaron con esfuerzo y sabiduría variaron la topografía del suelo de lomadas para diseminar progreso al paso del tren.

Su obra se llama F.C. CENTRAL ENTRE–RIANO, “Vía libre hacia la historia”. Fue presentado en el año 2010 con el apoyo del gobierno de Entre Ríos en la gestión del gobernador Sergio Urribarri. Esta editado en Ediciones Del Cle del señor Ricardo Maldonado propietario de la revista “El Tren Zonal”.


Desde "Rieles De Entre Ríos" y "Entre Ríos sobre rieles" y en nombre de muchos ferroviarios, amigos y compañeros de la Fiesta Provincial Del Riel, saludamos a sus hijas Diana Mónica y Sandra Verónica, nietos y familia.

Carlos fue un hombre que vivió sencillo, hablaba con pausa, despacito, para que el cronista pueda tomar nota de sus relatos que ocupaban horas. Estaba comenzado a ordenar algunos textos pensando en aportar a profesores alumnos, ferro aficionados, y el publico, otro libro.

Queda guardada la pasión de un hombre que anduvo con buen fuego en su locomotora, transitó por los camino de la vida con sabiduría y respeto para con la sociedad, era un compañero culto, cordial, ético.

Don Carlitos; Salvó de la quema, la humedad y el paso del tiempo archivos, documentación inhallable en los propios museos de Entre Ríos.

Motivamos con sinceridad a su familia, tome la continuidad de su obra, manifestando nuestro profundo pesar a la perdida del amigo y para despedirnos lo hacemos con palabras de Ricardo Maldonado que desde la obra de Don Carlos con "Vía libre hacia la historia"  dice:


¡¡Hoy el tren sigue siendo estrella y nostalgia desvelada, y no de su pasado, sino de su posibilidad presente; cuando vemos el esmerado intento por recuperar una presencia de servicio en los ramales entrerrianos, cuyos rieles están solos y esperan una nueva alborada de pueblos despiertos con silbatos y campanas!!.



Gentileza de Miguel Julio Neira ("Rieles de Entre Ríos": rielesdeentrerios.com.ar - Basavilbaso).

enero 09, 2012

Ferroviarios de Strobel pondrán en valor una vieja locomotora.

Quieren que una antigua locomotora, que quedó abandonada tras el cierre del taller ferroviario de Strobel sea el símbolo emblema de la ciudad. 


La nostalgia los invade y los recuerdos humedecen los ojos de los ex ferroviarios de Strobel, uno de los tantos lugares en donde Ferrocarriles Argentinos tenía sus talleres, en el departamento Diamante.
Como vestigios de esos años de esplendor, una vieja locomotora, la número 44, hace muchos, muchos años, que espera el sueño de los justos sobre las vías oxidadas. 

Esa misma locomotora se salvó de que la corten en pedazos y sus hierros sean vendidos como chatarras, tal la orden que habían recibido los ferroviarios de aquella época. Años, de dictadura militar, en la que se decidió cerrar por completo el taller de la ciudad diamantina de Strobel y pasar a todo el personal a Paraná. Así, de a poco, como trabajo de hormiga, se fue mutilando el lugar. Hoy, sólo quedan algunos objetos comidos por el óxido y la locomotora, que parece resistirse al paso del tiempo.
Esa vieja locomotora a vapor, la que debía ser destruida, es la que hoy por iniciativa de un grupo de ferroviarios se quiere poner en valor y dejarla como símbolo de los años de esplendor del ferrocarril entrerriano.

Valor
Los ferroviarios de Strobel están trabajando en relocalizar y poner en valor a la vieja locomotora a vapor, dejada al abandono hace casi cuatro décadas, detrás de los silos de una cerealera. 
La propuesta de los ex obreros, que fue recientemente comunicada a la intendenta de Diamante, Claudia Gieco, es que esa vieja máquina sea ubicada junto a la ermita de la Virgen de San Nicolás.
La locomotora, la número 44, según la denominación de Ferrocarriles Argentinos, es similar a la que se encuentra en el predio del Museo Ferroviario de Basavilbaso. 

En esa misma locomotora, Carlos Elías Gatti fue maquinista durante 15 años. “Esa fue una de las últimas locomotoras a vapor que llegaron al país. La verdad era una preciosa máquina, fue una innovación para Ferrocarriles Argentinos tenerla”, rememoró, en diálogo con EL DIARIO.
A Carlos, como al resto de sus compañeros ferroviarios que vive en el pequeño poblado del departamento Diamante, ver a esa locomotora abandonada y oxidándose es “doloroso”. Es que Strobel supo ser el punto ferroviario más importante de la línea y hoy es una suerte de cementerio de objetos que pertenecieron al taller. 

“Me acuerdo que en el 78 o 79, yo salí a probar una máquina nueva que habían traído y cuando llegamos a los talleres de Strobel nos dan un telegrama del gobierno militar que nos decía que debíamos cortar esa locomotora. Nos daba ganas de llorar, fue lastimoso ver cómo se fueron sacando las partes, robándoselas”, relata Gatti. 

Aunque ahora será relocalizada y revalorizada, en 2003 y por ordenanza municipal se declaró de “interés patrimonial, cultural e histórico a la locomotora y vagón de Strobel. A través de la norma 662 del 26 de junio de 2003, se registró la locomotora diesel, de origen alemán, de 1950; la locomotora a carbón de 1920 y al vagón marca Fiat, que se encuentran en el predio, donde funcionaron los talleres ferroviarios de Strobel. 

La estación de ferrocarril Strobel se encuentra en el barrio homónimo ubicado a 5 km al noroeste de la ciudad de Diamante. Formó una localidad separada, pero actualmente está unida a Diamante.

Historia 
Gatti, quien también fue entrevistado en dos documentales sobre la vida e historia de los ferrocarriles en Entre Ríos, recordó en la charla con EL DIARIO, que durante 37 años fue maquinista ferroviario, “conductor de locomotora”.
Gatti como sus compañeros ferroviarios siguen emocionándose cuando se les pregunta sobre los recuerdos del tren, pese a que hace dos décadas que se jubiló y que por Strobel ya no pasa ni se escucha el andar de un motor de locomotora.
Strobel está ligada a la estación ferroviaria. En esa zona antes de la década del 80 se cerró el taller, pero la pasión ferroviaria se mantiene intacta y por eso se revalorizará la vieja locomotora, como un rescate también a la memoria. 

En Strobel, como sucedió en varias ciudades entrerrianas, la principal actividad en esa comarca era el ferrocarril. La vida de los pobladores giraba en torno a esa empresa. Pero en 1977, el sueño quedó trunco y descarriló cuando se dispuso el cierre del taller ferroviario.
Según recuerdan los ferroviarios que viven en Strobel, en esa ciudad el taller llegó a emplear 600 operarios y en esos años de pleno auge del ferrocarril, la población de cuadruplicaba en comparación con la actual que ronda los 1.500 habitantes.
Es que en el taller Strobel se llegaron a reparar por completo los coches de la series 3.100 y 3.700 adquiridos de segunda mano a la Pacific Electric de USA para el servicio urbano del Ferrocarril Urquiza. 

Asimismo, según se detalla en los portales ferroviarios, esos coches –con mano de obra local– fueron adaptados y puestos a punto “para que en Buenos Aires no se viera lo maltratados que estaban”. Poco tiempo después, ese taller recibió la primera clausura, después otra, hasta que a fines de la década del 70 fue cerrado por completo.